Epifanía

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Esta mañana he tenido una epifanía. He decidido que por mi bien, y por la redención de mi profana alma, de aquí en adelante adoptaré el catolicismo, ya que es la única y verdadera fe. A partir de ahora me arrepentiré de todos mis escritos ateos, y todos mis escritos en donde defendía abominaciones como la adopción y el matrimonio homosexual, y a partir de ahora defenderé la moral y las buenas costumbres de la perfecta y funcional familia tradicional, como Diosito santo y la Virgencita de Guadalupe no los ordenan con toda su sabiduría y amor.
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A partir de este momento, me alejare de todas esas ideologías izquierdosas y deleznables, condenadas por nuestro señor Dios, y a partir de ahora defenderé con uñas y sangre la integridad de las ideas conservadoras, que como su nombre nos lo indica, pretender conservar las cosas como nos dicta Dios. Por ende, abandonaré aquellas ideas de revoltosos anarquistas y harapientos y me sentiré orgulloso de los logros de nuestra sociedad, como el que Carlos Slim sea el hombre más rico del mundo, ya que él lo logró con trabajo y mucho esfuerzo, y no como esos detestables comunistas hippies pregonan que por medio de la estafa, el compadrazgo político y la corrupción.
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A partir de ahora defenderé las decisiones y acciones de nuestro ilustre y sabio presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien lo único que desea es el bienestar de todos y cada uno de los mexicanos, y también votare y apoyare para las próximas elecciones a Enrique Peña Nieto, porque admitámoslo, el dará una buena imagen de nuestro país en el extranjero.
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A partir de este nuevo día, dejare de defender a esa horrible imposición de arbitrarios dogmas conocida como ciencia, y alabare y defenderé la bonanza y eficacia de las medicinas y ciencias alternativas, ya que poseen la espiritualidad que le falta a este mundo materialista y corrompido…
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¿Qué?¿Se la creyeron? Inocentes palomitas…
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No es cierto, cabrones. El año que viene espero verme más prolífico en mis textos, en tanto a su ritmo de publicación como en su calidad, que todavía hay Sir Templo para mucho rato (le guste a quien le guste y le pese a quien le pese).
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Sir David von Templo, Cambio y Fuera