Muy buenos días, tardes o noches tengan ustedes mis lectores. Ahora que un cuatrimestre más de mi carrera ha terminado, puedo ponerme a escombrar este congal.
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¿Recuerdan a los creacionistas? Si, esos sujetos que practican un recalcitrante cristianismo, y que están empeñados en lograr que en las escuelas públicas norteamericanas se enseñe el Génesis bíblico como si se tratase de conocimientos científicos (en lugar del MITO cosmológico que es), en lugar de esa “teoría” esa que dice que los seres humanos venimos de los monos.
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Bueno, ya todos sabemos que una “teoría” científica, sea la Evolución, la Gravedad, o la redondez del mundo (si, aún a estas alturas del partido hay pendejos que ponen en duda que la Tierra sea redonda) no es una simple suposición, sino la mejor explicación que puede explicar TODAS las evidencias encontradas hasta el momento, y que constantemente se pone a prueba, renueva y complementa. Y como el sujeto interesado en el saber científico que soy, he encontrado nueva evidencia, irrefutable y contundente, que demuestra el origen primate del ser humano.
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¿Cuáles son esas evidencias? Estas meras:
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El nombre dado a este singular espécimen, siguiendo los lineamientos de Linneo es Homo Arcecus Pendejensis
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Aquí tenemos una excelente toma de una Sabrosus Insensibilis
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Y aquí podemos observar en su estado natural a un ejemplar de Gringopitecus Hociquencis
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A este he decidido llamarlo Homo Rancheris Esquizoidenis
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Y para finalizar aquí tenemos un magnifico ejemplar de un Estupiditecus Delirantus
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Me cae que si Darwin y Wallace hubieran estado en México, pruebas de que el hombre proviene del mono no les hubieran faltado. Solo me queda sentarme a esperar mi Nobel.
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Sir David von Templo, Cambio y Fuera
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Posdata: Ningún primate no humano fue lastimado durante la realización de esta entrada.