viernes, 22 de junio de 2012

De aquellos dinosaurios que seguían ahí cuando nos despertamos (II) o Reflexiones para alcanzar una sana democracia

Lo sé, no tengo perdón de Cthulhu… ¿Cómo está eso de que me ausento por meses y meses y meses? No tienen porque recordármelo. Pero hay toda una vida fuera del Internet ¿sabían?... Uno es joven y entusiasta, y tiene muchos compromisos que cumplir…. Pero las excusas no son importantes. Lo importante es que ya estoy aquí. De vuelta con ustedes, hermanos, para compartir mis sesudas reflexiones en la blogósfera, para el regocijo de muchos, y la desdicha de otros tantos.
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¡¿Qué Von Templo regresó?! NOOOOOO
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Mmmmta… Parece que en todo este tiempo sin escribir, han ocurrido una serie de acontecimientos de tal envergadura, con una serie tal de consecuencias, que no se puede seguir posponiendo el publicar en el blog. ¿Pero por donde empiezo? Bueno, como las elecciones presidenciales en México están a la vuelta de la esquina, creo que lo más apropiado será hablar sobre uno de esos tres temas que se deben evitar tocar durante una reunión-fiesta-peda-conbebencia: La Política.
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Es un tema complejo, así que a darle que es mole de olla.
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Antes de comenzar a hablar sobre los hechos de actualidad que están en boca de todos, y que se comentan y debaten a largo y ancho de las redes sociales, creo que sería apropiado comenzar con una breve introducción sobre algunos temas que considero que son básicos para poder entender pormenorizadamente todos estos eventos que ocurren uno tras otro… Principalmente porque, a juzgar por los criterios de búsqueda que la gente utiliza para llegar a mi blog (tema de otro post) puedo deducir que la mayoría de las personas que llegan a este espacio son jóvenes, quienes muchas veces no comprenden del todo las causas y las consecuencias de estos eventos. Así que comencemos por las nociones más básicas.
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La palabra Política, al igual que muchas palabras relativas a las ciencias y las artes proviene del griego. En este caso proviene del vocablo πολιτικος (se pronuncia politikós), el cual se utilizaba para referirse a todo aquello relativo a la ciudad, el ciudadano, y a la forma en la que se organiza, ordena, y mantiene ordenada a la ciudad.
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Una definición sencilla y general de la Política sería entonces el proceso mediante el cual los ciudadanos de un país-nación-pueblo-ciudad-lo que sea, mediante determinados protocolos, así como un orden jerárquico, logran cubrir las necesidades del país-nación-pueblo-ciudad-lo que sea. Normalmente, para que estas necesidades puedan cubrirse sin problema, los pueblos suelen escoger a un grupo de personas las cuales guiarán al resto en las acciones que se tengan que tomar para lograr ese objetivo. A ese grupo de personas se les conoce como “El Gobierno
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“¡¡¡Es el gobierno… Corran!!!”
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Ahora bien, existen diferentes maneras de llevar a cabo ese acto conocido como “gobernar”. A lo largo de la historia, el ser humano ha inventado muchas formas de gobierno, algunas más gandallas que otras. Sin embargo, a pesar de la existencia de todos estos sistemas, en México nos manejamos con un sistema conocido como “Democracia”.
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¿Pero qué es exactamente eso a lo que llamamos “democracia”? Bueno, Estoy seguro que muchos están de acuerdo que la democracia es un gobierno en el cual la mayoría decide que es lo que se tiene que hacer, que decisiones se tienen que tomar, y que rumbo debe de tomar la nación…
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¿No es eso gracioso?
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¡PERO ESTAN MAL!…
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El principal problema que tiene el mexicano promedio que opina de política es que cree que la democracia es el gobierno absoluto de la mayoría. Esto implicaría que cuando la mayoría toman una decisión, entonces las minorías se tienen que aguantar y obedecer… Por poner un ejemplo cercano: Cuando el actual presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, fue declarado el ganador de la contienda presidencial de 2006, por un margen muy pequeño, mucha gente alegó que como había sido escogido por la mayoría, entonces, aunque no nos guste, es nuestro presidente, y por ende había que apoyarlo en todo. ¿El problema? Que la mayoría que lo eligió fue relativa… Casi dos terceras partes de la población no lo querían como presidente. ¿Quiénes son mayoría entonces?
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“Pos ya soy el presidente, ya casi acabé mi sexenio y se chingan…”
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Ahora imaginemos otros ejemplos, que tampoco están tan alejados de la realidad. México es un país donde la mayoría de la población es católica. Si la democracia funcionara siendo el gobierno absoluto de la mayoría, entonces aquellos que practiques otros cultos, o que no practiquen ninguno estarían en problemas, porque sus libertades civiles (como la libertad de expresión, pensamiento, asociación, etc.) se verían reducidas ya que las leyes favorecerían invariablemente a la mayoría… Lo mismo aplicaría si cambiamos “religión” por “color de piel”, “preferencia sexual” o “lugar de nacimiento”.
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Pero entonces ¿Qué chingados es la democracia?, Bueno, etimológicamente, la palabra democracia proviene de los vocablos griegos δῆμος (se pronuncia “demos”), que significa pueblo, y κράτος (se pronuncia “kratos”, y no, no tiene nada que ver con God of War), que significa poder, o gobierno. Entonces, la democracia sería un gobierno donde el poder y las decisiones provienen del pueblo, y por ende son para el bien del pueblo.
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Normalmente el pueblo escoge un representante o líder que sepa dirigir los esfuerzos, propuestas y energías del pueblo de la manera más eficiente posible, y que permita que cada individuo del pueblo esté lo más satisfecho posible, pero este representante finalmente le rinde cuentas al pueblo, quien es el que juzga si las decisiones del gobernante fueron las apropiadas. A este tipo de democracia se le llama democracia indirecta.
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Sin embargo, como nos deja ver la definición anterior, también existe entonces una democracia directa, que es como funcionaba (con ciertas reservas, claro) la democracia griega. ¿Cómo funciona esta democracia directa? Simple. En este tipo de democracias los diferentes sectores de la sociedad carecen de representantes o gobernantes investidos como tales, por lo que los miembros de todos los sectores de la población se reúnen entre si en asambleas o comités donde se ponen de acuerdo en el plan de acción a seguir para solucionar los problemas a los que se enfrenta el pueblo. Muchas grandes filosofías del siglo pasado que son defendidas por los intelectuales del día de hoy se basan en la democracia directa, como lo son el socialismo, el anarquismo, el comunismo (que en la teoría no es tan horrible como no los pintaban los gringos durante la Guerra Fría, y que jamás se llevó a la practica (lo que se llevó a la practica en Rusia y en China es la forma en la que se gobernaban esas tierras desde siempre: el DESPOTISMO ORIENTAL)), entre otras teorías, las cuales son el background de las grandes revoluciones que se dieron el año pasado, el Año Blanco, como lo llamara el buen Rev. Alex Strauffon
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Entonces la democracia no es el gobierno absoluto de las mayorías, sino un gobierno en el que se recurre al consenso, a la negociación. Sabemos que los diferentes grupos dentro de la sociedad tienen diferentes intereses, y que muchas veces los intereses de un determinado grupo chocan con los de todos los demás. Es aquí en donde se pone en marcha el consenso. Los miembros de cada grupo dialogan entre sí para encontrar la mejor solución que satisfaga lo más posible a todos los grupos involucrados. Obviamente nadie quedará satisfecho al 100%, pero eso es consecuencia de que vivimos en una sociedad, y de que necesitamos de ella para sobrevivir. Con esto podemos darnos cuenta que la democracia, sea directa o indirecta, implica un elemento muy importante: LA PARTICIPACIÓN DE LA CIUDADANÍA.
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Sin embargo, si son observadores, sabrán que esto no se lleva a la práctica en nuestro México lindo y querido. Aquí se gobierna justamente de la forma con la que no se debe llevar a cabo. Adivinaron, mediante la imposición de lo que opine la mayoría. Pero al mismo tiempo debemos de tomar en cuenta la corrupción generada dentro de la clase política, consecuencia de nuestra muy patriótica idiosincrasia. Esto ocasiona que los representantes elegidos “democráticamente” no sirvan siquiera los intereses de la mayoría que lo escogió, sino por los propios, o por los de su asociación.
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¿Entonces esto significa que nuestro país no tiene ninguna esperanza de avanzar, y que permanecerá sumido en el tercer mundo por los siglos de los siglos? En realidad no. Algo que como sociedad tenemos que quitarnos los mexicanos de la cabeza es que el presidente es una especie de monarca al cual le rendimos cuentas. ¿Por qué esta idea es una falacia? Por la sencilla razón de que fuimos nosotros EL PUEBLO, los que escogimos al cabrón presidente en turno.
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Les pongo un ejemplo sencillo ¿Qué ocurre cuando salen a buscar trabajo? Primero buscan opciones, luego alistan un currículo, y van a la caza de ofertas de trabajo. Llegan a una empresa, se entrevistan con algún empleado del departamento de recursos humanos, quien evaluará si son lo suficientemente competentes para desempeñar el puesto que estas solicitando. Si el sujeto considera que tienes lo necesario, firmas contrato. Si no, pues ni pedo, hay que seguir buscándole.
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Ahora, supongamos que quedas para el puesto, y comienzas a laborar. Todo marcha viento en popa los primeros meses, pero por razones ajenas, tu desempeño comienza a mermar ¿Qué es lo que ocurre entonces? Simplemente, la empresa considera que ya te sacaron todo el jugo ya no eres apto para realizar tus tareas, por lo que te dicen: “agarras tus chivas y te vas”
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Y agradece que aquí no sea como en las caricaturas, y existen esas cosas llamadas Derechos Humanos, o si no te pateaba el asterisco hasta mandarte a Toronto…
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¿Y a que venía este ejemplo mafufo? Pues que así es como debe funcionar cualquier cargo público: como un empleo más, pero ojo, eso no significa que se va hacer con el mismo nivel de pasión con el que trabaja un oficinista gris y frustrado de treinta y tantos años… Todo lo contrario, es un empleo que requiere entrega y compromiso, como ser médicos, o policías (los cuales deberían estar mejor pagados), ya que el desempeño en esos empleos afecta de forma más que directa a toda la sociedad. Pero como en todo empleo, cuando el empleado no cumple con sus obligaciones, cuando su desempeño es insuficiente, o simplemente no se pone a trabajar porque esta perdiendo el tiempo en pendejadas, pues el jefe puede prescindir de los servicios de ese empleado.
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Pero ¿Quién es el jefe de un político? ¿Pues tu quien crees? ¿Quiénes son las personas a las que presta sus servicios? ¿Quiénes son a los que les rinde cuentas? Pues a las personas que votaron por el sujeto, por supuesto… ¿Estoy entonces insinuando, que la obligación de un ciudadano responsable y socialmente comprometido es estar como cuchillito de palo con el político, con el burócrata, con el servidor público? En realidad no lo estoy insinuando. Lo estoy echando en cara.
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No los veo muy convencidos, así que pongamos otro ejemplo. Imaginen ustedes que acaban de adquirir un producto. Ahora imaginen que el producto que les vendieron no los satisface, ya sea porque lo que se les vendió no es lo que pidieron, o no es lo que les dijeron, o no funciona como es debido. ¿Cuál es la reacción más entendible ante esta situación? ¿Decir “pus ya que”, agachar la cabeza, e irse de la tienda triste de haber desperdiciado tu dinero en un producto inservible? ¡Claro que no, señores! Es obligación de un trabajador hacer bien su trabajo, en la medida de lo posible… Por ende, es responsabilidad de una empresa el ofrecer productos de calidad, funcionales, y atractivos… Y si la empresa no te da esos productos que tanto pregona, estás en todo tu derecho de quejarte, pedir un reembolso, o que te cambien el producto por uno que si sirva…
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¿Ven al punto al que quiero llegar? En una democracia (y, como podrán ver con el ejemplo anterior, en las economías de libre mercado) las cosas solo podrán funcionar si el ciudadano o consumidor EXIGE. Pero no basta solo con exigir… no señor… también es necesario PROPONER… Quizá el sujeto detrás del escritorio tenga una idea para resolver un problema, pero esta afecta los intereses de varias personas. Entonces es obligación de todos el hacerle ver a este funcionario este tipo de detalles, para que pueda buscar una mejor solución al problema (verlo desde diferentes frentes, pues…)
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Por más cursi que suene, la democracia es trabajo de todos
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Entonces, mis queridos lectores ¿Han entendido un poco mejor en que consiste la democracia? Recapitulemos entonces que se necesita para tener una democracia sana y fuerte como un purasangre.
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>>>Número UNO: Se necesita un pueblo PROACTIVO, es decir, un pueblo que este dispuesto a participar en las decisiones de la comunidad y en las acciones que ayuden a mantener a esa comunidad organizada, limpia y funcional.
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>>>Número DOS: Se necesita de un pueblo INFORMADO. Si no se tiene información o conocimiento, no es posible resolver problemas de forma eficiente y rápida, y mucho menos darle seguimiento a las acciones para corregir y mejorar el desempeño de la comunidad.
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>>>Y por último, pero no por eso menos importante, necesitamos de un pueblo EXIGENTE, para que no se conforme con soluciones temporales o migajas, sino que aspire a cada momento mejorar la calidad de vida propia y de todos los miembros de la comunidad.
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Pues bien chavos, espero que mi regreso haya causado la alegría a los que gustan de este espacio, y la bilis en aquellos a los que les caga la madre todas las opiniones vertidas en este blog. No se despeguen por favor… que seguiré publicando, ahora si más seguido. Y además, con todos los acontecimientos que han pasado en nuestro querido México, y en el mundo entero ¿Cómo puedo volver a dejar abandonado este sitio?
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Sir David von Templo, Cambio y Fuera…