lunes, 17 de marzo de 2014

Sobre las frituras y los mitos en torno a ellas, o ¿Es neta que los Cheetos son de unicel?

-----
Los deja pensando ¿verdad?
-----
Hay una cosa que no podemos negar. Aún cuando lo hagamos con el simple objetivo de subsistir, comer es uno de los actos más placenteros que existen.
-----
-----
Y no, no me refiero a todas esas cochinadas que pueden estar pensando, bola de degenerados…
-----
Dentro de todas las clases de alimentos que existen, hay una que ha llamado la atención en años recientes, y que ha levantado mucha “polémica” para la gente fácilmente impresionable. Me refiero, por supuesto, a la comida chatarra.
-----
-----
Tan deliciosa, y con el potencial de matarte.
-----
Cuando hablamos de comida chatarra, hablamos de una gran variedad de productos, platillos y bocadillos, que van desde las frituras, la comida rápida, e incluso, de acuerdo a varias personas (que como se imaginarán, suelen ser esas personas que comulgan con estilos de vida como el vegetarianismo, el veganismo y el naturismo, o que sufren desórdenes psicológicos como la ortorexia), los alimentos procesados o con conservadores. ¿Pero que es en si esa “comida chatarra”?
-----
-----
La expresión “comida chatarra”, como se imaginarán, es en sentido figurado.
-----
La comida chatarra se puede definir como aquellos alimentos que poseen escaso o nulo valor nutritivo, o que necesitan dosis relativamente pequeñas para causar efectos adversos en el organismo. Los alimentos así llamados chatarra suelen tener altas concentraciones de azúcar refinada, grasas saturadas, colorantes y saborizantes artificiales, y contener muy poca fibra, vitaminas, minerales, grasas poliinsaturadas, proteínas, y demás sustancias que son necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
-----
De un tiempo para acá (y con eso me refiero a finales de la década de los 80, e inicios de la década de los 90) se ha iniciado todo un movimiento en contra de la comida chatarra. Si bien es entendible esta reacción, ya que, como se mencionó anteriormente, es comida poco sana (En el pasado he discutido acerca de que podríamos mejorar la forma en la que los mexicanos comemos), con el paso de los años estos movimientos, al igual que los movimientos a favor de los derechos de los animales, en contra de los transgénicos, y otros movimientos similares que afectan el estilo de vida de las personas, comenzaron a degenerar en cuanto a sus métodos. ¿A que me estoy refiriendo con esto? A que han recurrido a tácticas deshonestas, como mentir, tergiversar estudios, recurrir a falacias lógicas, y, en pocas palabras, a “sacarse los datos del culo”, entre otras linduras para jalar borregos a su causa.
-----
Quizá se acuerden de la existencia de unos bonitos diagramas como los siguientes:
-----
-----
-----
-----
Estos diagramas se conocen como Pirámides Nutricionales, o Pirámides Alimentarias (pero NO como Pirámides Alimenticias. Esas son otro pedo). ¿Y para que sirven tú? Como lo más probable es que hayan olvidado todo lo que debieron aprender en la primaria con el fin de conservar información harto útil como la trama de las telenovelas, los fichajes futboleros, los chismes del momento, o como poder amputarse una extremidad con una sierra eléctrica, a pesar de que jamás en tu vida terminarás practicando alpinismo, permítanme explicarles para que sirven estos diagramas.
-----
Las pirámides nutricionales son representaciones graficas sencillas que sirven para decirnos las cantidades apropiadas de determinado tipo de alimento que necesitamos comer al día para mantenernos saludables. Mientras mas alto esté un tipo de alimento en la pirámide, menor debe ser la porción de ese alimento en nuestra dieta diaria. Existen muchas variaciones de esta sencilla idea, algunas con fundamentos sólidos, como la región donde uno vive, su edad o si se dedica a alguna actividad de alto desempeño, y otras, que como se podrán imaginar, están basadas más en ideología que en estudios serios sobre nutrición, como la pirámide vegana, o la pirámide de la dieta del paleolítico. Y aunque esta herramienta no está exenta de polémica, podemos afirmar que, de entrada, nos provee de información muy útil acerca de cómo llevar una alimentación sana.
-----
Si ponen atención a la pirámide nutricional, se dará cuenta que en su cúspide se menciona la comida chatarra, mencionada como sus “ingredientes principales”: azúcar refinada, grasas saturadas, y aceites. También te habrás dado cuenta que dependiendo del diagrama que veas, las raciones recomendadas para la comida chatarra, en lugar de venir como porciones o cantidades como con todos los demás alimentos, vienen representadas en eufemísticas frases como “Consumir ocasionalmente” o “Comer con moderación” ¿Qué significa eso? Que esos alimentos deben consumirse o una ración o menos al día. O bien comerse una vez cada tantos días.
-----
-----
Una vez al año, ni a los viejitos hace daño…
-----
¿Y a que viene toda esta información? Verán. Hace unas cuantas semanas, mientras divagaba un rato en Facebook, uno de mis contactos compartió un video. Mi contacto, visiblemente asustado por la información de dicho video, empezó a difundirlo con el fin de que todos supiéramos “cómo es que la industria de los alimentos nos está envenenando poco a poco”. Estoy seguro que muchos de ustedes ya deben de saber de que video estoy hablando. Me refiero, por supuesto, al video que aparece a continuación:
-----

-----
¿Ya lo vieron? ¿En serio? Bien. Continuemos.
-----
El video parece convincente ¿verdad? El hombre en el video plantea una hipótesis, conduce un par de experimentos sencillos, y llega a una muy desagradable conclusión. Todo parece estar bien investigado y realizado ¿No es así? Temo decirles, amigos míos, que si creyeron cada palabra del sujeto de este video, les acaban de tomar el pelo.
-----
Analicemos cuidadosamente de que va el video. El fin del video es convencernos que debemos de dejar de consumir las frituras distribuidas por la ya conocida empresa Sabritas, parte de Grupo Pepsico, específicamente, una variante de los famosos Cheetos conocida como Cheetos Puffs, o “Cheetos azules”, por el color de su empaque. ¿Por qué? Porque, luego de sesudas y profundas observaciones, el sujeto del video “descubrió” que los Cheetos Puffs son en realidad ¡Pellets de poliestireno!
-----
-----
No voy a negar que el parecido es sorprendente ¿Primos segundos, quizá?
-----
¿Cómo fue que el hombre llegó a tan inquietante conclusión? Debió haber hecho una increíble labor detectivesca y de espionaje industrial, arriesgando su pellejo para hacernos entrega de esta importantísima información. ¿Verdad?
-----
-----
¿Entonces, cómo fue que lo logró? Muy sencillo. Unas semanas antes de hacer el video, el fulano había recibido un paquete de algo que compró por Internet. El objeto venía en una caja, protegido con las ya mencionadas bolitas de poliestireno. El sujeto no pudo evitar notar el tremendo parecido tanto en forma como en textura entre los Cheetos y el poliestireno (más que nada, porque su hijo pequeño le señaló el parecido, y le dijo que las bolitas de unicel “huelen a Cheetos”). Ambos tienen esa misma forma de salchicha coctelera, y tienen esa consistencia esponjosa, pero pegajosa al remojarse. ¿Pero esas semejanzas son suficientes para afirmar que ambas cosas son la misma chingadera?
-----
Por si muchos no estaban convencidos de tan arriesgada afirmación, decide comparar la dureza de ambos objetos, ver como se rompen, y comparar su textura interior. Después procede a oler y probar ambos objetos, y claro, no tarda en “jurarnos y perjurarnos” de que el poliestireno sabe a Cheetos (o los Cheetos a poliestireno. El orden de los factores no altera el producto).
-----
Después procede a hacer las mismas pruebas, pero esta vez con la ayuda de Salsa Valentina. Moja cada muestra con la salsa, y procede a probarlas y revisar su consistencia, la cual, describe tan elocuentemente como “pan mojado”. Y deja la mejor prueba para el final: la prueba de la combustión.
-----
Cómo última prueba, decide prenderle fuego a ambas muestras. Y afirma que la llama es idéntica en ambas muestras, y que al apagarse la llama, el olor que ambas despiden es el mismo olor a “tortilla quemada”.
-----
¿Cómo lo ve, mi querido lector? Pareciera que el sujeto tiene evidencia sólida para poder defender su idea. Salvo por el hecho de que no la tiene.
-----
Empecemos por algo muy, muy básico de Química. Veamos el aire. Bueno, en realidad, no podemos ver el aire. Pero gracias a la ciencia, sabemos que, aunque a nosotros nos parezca una sustancia uniforme, sabemos que se compone de muchas sustancias diferentes, que nosotros no podemos distinguir a simple vista. Sabemos que el aire que respiramos se compone de Nitrogeno al 71%, oxígeno al 28%, y gases como vapor de agua, dióxido de carbono, gases nobles, entre otras sustancias. ¿Y a qué punto quiero llegar con esto? Que nuestros ojos, si bien son muy útiles para nosotros, y es una excelente herramienta para empezar una investigación o experimento, no son la herramienta más confiable cuando se trata de ponernos serios a la hora de hacer experimentos con respecto a las cosas que nos metemos entre pecho y espalda. Es necesario correr experimentos mucho más rigurosos que los que la persona de este video llevó a cabo, como comparar texturas. Eso sin mencionar que valores tan subjetivos como lo son el aroma y el sabor, no aportan información clara y concisa acerca del asunto.
-----
Luego tenemos la prueba de la combustión. Esta es una prueba un poco más elaborada. Y cuando se trata de química de alimentos, la combustión de una muestra resulta muy útil para conocer contenido calórico, composición, e incluso la presencia de rastros tóxicos en un alimento. Sin embargo, sus conclusiones hacen saltar de su silla a más de uno ¿Por qué? Porque afirma que las llamas de la combustión tanto del poliestireno como del Cheeto son idénticas. PEEEERO, si son observadores, se darán cuenta que no es así.
-----
-----
Es eso, o el sujeto padece de daltonismo.
-----
Como podemos observar, al momento de quemar el Cheeto, que este desprende una llama roja-anaranjada. Sin embargo, al momento de quemar la bolita de unicel, está despide una llama cuya base esa azul. Una llama azul significa que hay más elementos que facilitan la combustión en el unicel (debido a que las llamas de color azul se encuentran a una mayor temperatura que aquellas que son de color rojo) ¿Y porque ambos objetos, siendo tan parecidos, despiden llamas de diferente color? Por su composición química.
-----
Empecemos con el humilde Cheeto. Los cheetos, y la mayoría de las frituras, se componen de una sustancia conocida como almidón. El almidón es un carbohidrato, presente en muchos granos y plantas, que se compone de cientos de moléculas de glucosa (otro carbohidrato de vital importancia para el organismo) unidas unas con otras como si se tratase de una “cadena”. Una “cadena” cuyos “eslabones” lucen así:
-----
-----
Estructura química del almidón. Para saber más de esta sustancia pueden darle clic a este enlace
-----
Ahora bien, las bolitas de unicel se componen también de cientos de moléculas largas como cadenas (las cuales reciben el nombre de polímeros) cuyos “eslabones” son todos moléculas idénticas. Wow, vemos entonces que tanto el almidón que compone a los Cheetos, como el poliestireno de las bolitas de unicel son muy similares, por el hecho de que ambas son polímeros, es decir, moléculas largas como cadenas, compuestas de muchas moléculas idénticas entre si unidas como eslabones. Sin embargo, existe una sutil, pero importante diferencia entre ambas cadenas. ¿Cuál es esa diferencia? Los eslabones que cada cadena utiliza.
-----

-----
Encima de este texto, se encuentra la imagen de como es el “eslabón” utilizado por el poliestireno. Este eslabón recibe el nombre de “estireno” (Momento. El poliestireno se compone de muchos estirenos. ¿Notan el patrón?) Como podrán darse cuenta, los eslabones que componen al almidón son muy diferentes a los eslabones que componen al poliestireno. Para empezar, el estireno solo se compone de Hidrógeno y Carbono (¿a alguien le suena la palabra “hidrocarburo”?), mientras que la glucosa, que es el “ladrillo” más básico del almidón, si bien también se compone de Carbono e Hidrógeno, también añaden Oxígeno a la mezcla (piensen en la palabra “carbohidrato”) Basta una pequeña adición de un solo átomo de un elemento, o que los átomos de una sustancia estén haciendo enlaces diferentes a los de otra sustancia, para que ambas sustancias tengan propiedades, efectos y apariencias completamente diferentes. Piensen por ejemplo en comparar agua común y corriente con agua oxigenada.
-----
-----
Derecha. Agua común y su molécula. Izquierda. Agua oxigenada y su molécula.
-----
Ambas sustancias son líquidos incoloros e inodoros, pero que mientras una es vital para la vida, la otra puede matarte con toda la facilidad del mundo. ¿Por qué? Porque sus moléculas son diferentes. El agua oxigenada tiene un átomo de oxígeno extra, y eso es suficiente para que un vaso de la sustancia pueda matarte.
-----
-----
Creo que ahora ya saben la razón de este chiste.
-----
“¿Pero Templo?” se estarán preguntando “¿No crees que es un poco preocupante que los cheetos puedan prenderse con tanta facilidad?”. Bueno, mi estimado amigo. Si te has hecho esa pregunta, debo preguntarte: ¿Has cocinado algo en tu vida que no sean cereales con leche, y que requiera el uso de calor, pero no de un horno de microondas? De preferencia asándolo. Si tu respuesta ha sido afirmativa, entonces supongo que debes de ser un chef súper chingón, a quién jamás se le ha quemado algún guiso. Si son honestos, sabrán que la comida, si no se vigila mientras se cocina, se quema con cierta facilidad. ¿Por qué? Porque son sustancias orgánicas, es decir, que entre los elementos que componen a estas sustancias, se encuentra el carbono. Todos los compuestos orgánicos usan al carbono como bloque principal para la estructura de sus moléculas. Esto hace que sean fácilmente combustibles. Las frituras, además de componerse casi enteramente de almidón, y de ser fritas (lo que las impregna de aceites y demás sustancias orgánicas también combustibles) se encuentran frescas y secas en su empaque, sin agua en su interior que entorpezca el proceso de combustión, a diferencia del resto de los alimentos, que, a pesar de componerse de moléculas de fácil combustión, también se componen de agua en su mayor parte, lo cual hace que quemarlas lleve más tiempo.
-----

-----
De hecho, entre las personas que acostumbrar acampar o hacer parrilladas, existe el extendido secreto de usar una bolsa de Doritos, entre más vieja mejor, para poder encender la fogata o el anafre. Son excelentes para iniciar fuegos.
-----
Ahora, ya que vimos este asunto desde un punto de vista científico, pongámonos a pensar desde el punto de vista capitalista. Tú vendes alimentos chatarra. Es decir, comida que no nutre, pero que es deliciosa y se puede comer sin efectos adversos siempre que sean cantidades ocasionales. Sabes que tu producto ocasiona problemas de salud cuando es lo único que una persona come. Sabes que si de pronto, una persona sufre un daño de salud inmediato ocasionado directamente por tu producto, no te la vas a acabar, ya que existen leyes rigurosas sobre lo que se debe y no se debe hacer con los productos comestibles que se ponen a la venta. Tendrías que pagar indemnizaciones, multas, y tu negocio se puede ir al carajo. Además, aún si esquivaras esa bala, se correría la voz de que tu producto hace daño inmediato ¡Y perderías clientes! Ahora, eso es solo en caso de que tu alimento hiciera daño por algún accidente o una situación aislada. ¡Imagínate la bronca que se te armaría si intencionalmente decidieras envenenar a tus consumidores leales! ¿No crees que gastarías muchísimo dinero en sobornos? Y eso sin contar que tu solito te estás dando en la madre por asesinar deliberadamente a tu clientela, es decir, a tu fuente de ingreso.
-----
-----
La navaja de Okham. El peor enemigo de los conspiranóicos.
-----
Conclusión. No se dejen espantar por el primer video revelando alguna verdad horrible que nadie quiere que sepan. Muchas veces lo único que encuentras en mensajes así, es pura B.S. (pura bullshit, pues). Es necesario darnos a la tarea de investigar acerca de todo aquello que nos digan. Sobretodo tratándose de charlatanes que te ofrecen el remedio definitivo para todos los males, o el consejo supremo para ser feliz, o, en general, que te quieran vender algo que sea demasiado bueno para ser verdad. Muchas veces esas personas lo hacen por dinero, y aun cuando lo hagan con buenas intenciones, es más el daño que ocasionan.
-----
Así que la próxima vez que tengas una bolsa de frituras en tus manos, no te preocupes y disfrútala. Pero eso sí, cómelas ocasionalmente.
-----
-----
Es decir, no llegues a estos extremos.
-----
Sir David von Templo, Cambio y Fuera.
-----
Este mensaje NO fue patrocinado por Grupo Pepsico. Pero si se sienten caritativos y desean darme una feria, no me haré del rogar ^_^

2 comentarios:

Alexander Strauffon dijo...

El vicio del apasionamiento se presenta no solo en fanáticos religiosos; aparece en quienes dicen defender causas de salud pública, científicas, y de orden social. El hacer lo que el tipo hizo (sacarse eso de la bolsa) en vez de mantenerse lineal y veraz, lo que hace es darle más fuerza a sus contrarios. Es como los tontos que decian que KFC usaba pollos mutados y clonados de laboratorios (como si clonar miles de pollos fuera baratisimo).

Anónimo dijo...

En verdad el hombre del vídeo solamente se la pasó hablando mentiras sin investigar, generalizando a un producto como lo son los cheetos puffs diciendo que son poliestireno es estúpido, en verdad los cheetos son alimentos orgánicos y comestibles, que se queman facilmente, en cambio el poliestireno es un material peligroso que se dificulta con dificultad. Por vídeos como ese la gente queda desinformada o mal informada y se las juega facilmente.