Cualquier mexicano que tenga un televisor en su hogar podrá decirme que evento televisivo ocurre el primer fin de semana de diciembre desde hace poco más de 10 años. Para los que no lo sepan (o porque casi no ven televisión, o de plano son propensos al Alzheimer, cerebros de chorlito) pues ahí les va la respuesta: TELETÓN.
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El tema que estoy a punto de tocar con esta entrada es por mucho de los más rebuscados en otros blogs y en correos cadena que circulan por el Internet, pero sin importar lo visto que sea, la gente aún no lo digiere, y por lo mismo, la población mexicana se sigue prestando a esta mamada.
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Los lectores y críticos veteranos ya deben de saber a qué me refiero:
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TELETÓN = evasión de impuestos por parte de Televisa
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Aquellos que no estén enterados de otros blogs y de las cadenas del correo electrónico, quizá les suene algo raro lo que acabo de decir, pero no se preocupen, luego de la siguiente explicación, todo se les esclarecerá.
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Primero, debemos recordar como suele desarrollarse este evento: Con una duración de un fin de semana entero podemos ser espectadores de un bombardeo de anuncios viscerales que explotan las discapacidades físicas de cientos de niños como si éstos fuesen objeto de exhibición (y obviamente sin la finalidad de crear conciencia alguna acerca de una cultura de inclusión, no discriminación, etc.), haciéndote sentir como una miserable piltrafa porque tú que eres "afortunado" al poder tener un trabajo donde te pagan un salario de mierda para medio comer, porque siendo “afortunado” teniendo seguro social (al que le importas un carajo) y una casa (rentada, prestada, de cartón o de las que le compras con el pinche crédito INFONAVIT que pagarás hasta que te conviertas en alimento de gusanos), o tienes el “privilegio” de ir a la escuela (ah chinga, yo tenía entendido que era un derecho), "no donas dinero a esos niños".
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Pero la chingadera no termina ahí. Durante esos dos días enteros de transmisión ininterrumpida circulan "comunicadores" (como cierto pendejete de lentes que se siente un gran prócer de la intelectualidad mexicana, pero se le puede ver muy seguido en la Plaza de Toros), actores y actrices oligofrénicas, cantantes con una voz igual de melodiosa que la de una cotorra en llamas, políticos rateros, empresarios que han vendido su alma al Diablo, etc. que lloran a manera de película de Pepe el Toro "conmovidos" con los temas que al mero estilo de “Mujer: casos de la vida real” (especialidad de la empresa), vuelven a mostrar y exhibir a manera lastimera a personas con alguna enfermedad o que en algún momento de su vida sufrieron un evento inesperado.
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Todo este decadente teatro se hace para vender la idea de que con el dinero que se junte, se construirán hospitales y centros de rehabilitación donde se atenderá a toda esa gente (que de hecho deben ser construidos por el Gobierno con el dinero que pagamos miles y miles de jodidos personas en impuestos).
El tema que estoy a punto de tocar con esta entrada es por mucho de los más rebuscados en otros blogs y en correos cadena que circulan por el Internet, pero sin importar lo visto que sea, la gente aún no lo digiere, y por lo mismo, la población mexicana se sigue prestando a esta mamada.
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Los lectores y críticos veteranos ya deben de saber a qué me refiero:
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TELETÓN = evasión de impuestos por parte de Televisa
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Aquellos que no estén enterados de otros blogs y de las cadenas del correo electrónico, quizá les suene algo raro lo que acabo de decir, pero no se preocupen, luego de la siguiente explicación, todo se les esclarecerá.
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Primero, debemos recordar como suele desarrollarse este evento: Con una duración de un fin de semana entero podemos ser espectadores de un bombardeo de anuncios viscerales que explotan las discapacidades físicas de cientos de niños como si éstos fuesen objeto de exhibición (y obviamente sin la finalidad de crear conciencia alguna acerca de una cultura de inclusión, no discriminación, etc.), haciéndote sentir como una miserable piltrafa porque tú que eres "afortunado" al poder tener un trabajo donde te pagan un salario de mierda para medio comer, porque siendo “afortunado” teniendo seguro social (al que le importas un carajo) y una casa (rentada, prestada, de cartón o de las que le compras con el pinche crédito INFONAVIT que pagarás hasta que te conviertas en alimento de gusanos), o tienes el “privilegio” de ir a la escuela (ah chinga, yo tenía entendido que era un derecho), "no donas dinero a esos niños".
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Pero la chingadera no termina ahí. Durante esos dos días enteros de transmisión ininterrumpida circulan "comunicadores" (como cierto pendejete de lentes que se siente un gran prócer de la intelectualidad mexicana, pero se le puede ver muy seguido en la Plaza de Toros), actores y actrices oligofrénicas, cantantes con una voz igual de melodiosa que la de una cotorra en llamas, políticos rateros, empresarios que han vendido su alma al Diablo, etc. que lloran a manera de película de Pepe el Toro "conmovidos" con los temas que al mero estilo de “Mujer: casos de la vida real” (especialidad de la empresa), vuelven a mostrar y exhibir a manera lastimera a personas con alguna enfermedad o que en algún momento de su vida sufrieron un evento inesperado.
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Todo este decadente teatro se hace para vender la idea de que con el dinero que se junte, se construirán hospitales y centros de rehabilitación donde se atenderá a toda esa gente (que de hecho deben ser construidos por el Gobierno con el dinero que pagamos miles y miles de jodidos personas en impuestos).
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Si no se han dado cuenta, (lo cual es lo más probable), el mentado Teletón, muestra del dizque “altruismo” de Azcárraga Jean y su Legión del Mal (los grandes empresarios, para los que no captaron), se efectúa pocos días antes de la fecha que hacienda pone como límite para el pago de los impuestos. De acuerdo al segundo párrafo de artículo 31 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta tenemos que "Asimismo, se considerarán deducibles los donativos que se otorguen a asociaciones, instituciones u organizaciones que destinen la totalidad de los donativos recibidos y, en su caso, sus rendimientos, para obras o servicios públicos que efectúen o deban efectuar la Federación, Estados, Distrito Federal o Municipios." Supongo que ahora ya pueden ver el meollo del asunto.
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Una persona normal con 2 dedos de frente se preguntaría “Pero si estos condenados empresarios son TAAAAAN altruistas, dadivosos y compasivos, ¿porque no simplemente toman de sus gigantescas y jugosas cuentas bancarias, en lugar de pedírselo a todo nuestro jodido pueblo?”, y la respuesta querido(a) lector(a) es tan sencilla que estrellarás tu cabeza contra la pared más cercana cuando la leas: PORQUE NO LE REDITUARÍA GANACIA ALGUNA.
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De acuerdo al párrafo legal anterior cuando se hace una donación a una institución que otorgue, “sin fines de lucro”, un servicio que debe otorgar el Gobierno, la persona que realizó la donación puede decirle a Hacienda que no le cobre los impuestos equivalentes a la cantidad que dio, puesto a que al hacer ese donativo es como si estuviera pagando su impuesto.
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Ahora viene lo interesante:
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Televisa, como cualquier empresa debe pagar impuestos, por ejemplo $40 millones de pesos. Pero su dueño actual Azcárraga Jean, como todo empresario de derecha podrido en lana, desea obtener más ganancias y menos pérdidas. El pagar esos $40 millones no le conviene, así que crea una institución "aparte". Esta institución es la Fundación Televisa, misma que pone en marcha los proyectos del redondeo, el programa de donación de computadoras, el programa de trasplante de córneas, y obviamente el Teletón-to, es decir los programas que se supone son obligación de nuestro inepto gobierno.
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Si no se han dado cuenta, (lo cual es lo más probable), el mentado Teletón, muestra del dizque “altruismo” de Azcárraga Jean y su Legión del Mal (los grandes empresarios, para los que no captaron), se efectúa pocos días antes de la fecha que hacienda pone como límite para el pago de los impuestos. De acuerdo al segundo párrafo de artículo 31 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta tenemos que "Asimismo, se considerarán deducibles los donativos que se otorguen a asociaciones, instituciones u organizaciones que destinen la totalidad de los donativos recibidos y, en su caso, sus rendimientos, para obras o servicios públicos que efectúen o deban efectuar la Federación, Estados, Distrito Federal o Municipios." Supongo que ahora ya pueden ver el meollo del asunto.
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Una persona normal con 2 dedos de frente se preguntaría “Pero si estos condenados empresarios son TAAAAAN altruistas, dadivosos y compasivos, ¿porque no simplemente toman de sus gigantescas y jugosas cuentas bancarias, en lugar de pedírselo a todo nuestro jodido pueblo?”, y la respuesta querido(a) lector(a) es tan sencilla que estrellarás tu cabeza contra la pared más cercana cuando la leas: PORQUE NO LE REDITUARÍA GANACIA ALGUNA.
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De acuerdo al párrafo legal anterior cuando se hace una donación a una institución que otorgue, “sin fines de lucro”, un servicio que debe otorgar el Gobierno, la persona que realizó la donación puede decirle a Hacienda que no le cobre los impuestos equivalentes a la cantidad que dio, puesto a que al hacer ese donativo es como si estuviera pagando su impuesto.
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Ahora viene lo interesante:
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Televisa, como cualquier empresa debe pagar impuestos, por ejemplo $40 millones de pesos. Pero su dueño actual Azcárraga Jean, como todo empresario de derecha podrido en lana, desea obtener más ganancias y menos pérdidas. El pagar esos $40 millones no le conviene, así que crea una institución "aparte". Esta institución es la Fundación Televisa, misma que pone en marcha los proyectos del redondeo, el programa de donación de computadoras, el programa de trasplante de córneas, y obviamente el Teletón-to, es decir los programas que se supone son obligación de nuestro inepto gobierno.
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Cada año y antes de ser la fecha en que se pague a Hacienda, ésta fundación, transmite (con patrocinio de su mamá Televisa) dos días enteros llamando a la gente para que done dinero a su "causa", y fija una cantidad como meta que se debe alcanzar, la cual es superior a los impuestos que debe pagar, por ejemplo $ 50 millones de pesos.
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La gente como tú, tus amigos, vecinos y familiares, por actuar de buena fe, caen en la trampa de Televisa, hacen coperacha y donan $100.00 y así mucha gente. No les dan recibo para que Hacienda les descuente esos $100.00 de lo que pagan de impuestos, o dándoselos, no lo hacen valer pues es un proceso largo y engorroso para ser sólo $100.00; o bien, donas un peso en los botes (en los que se depositan cantidades inciertas por las cuales no te dan un comprobante, o sea, de ahí nadie te asegura que todo el dinero recolectado se vaya a la "institución de asistencia" y no porque se quede con la gente que está en el metro boetando, sino que al sumar lo de todos los botes no se dice en la tele la cantidad real que se recolectó).
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Al final del segundo día, resulta que el dinero que donaron cientos de jodidos personas como tú, tu familia, vecinos, compañeros del trabajo etc. supera la meta de $50 millones que se había fijado al principio, y resulta que se juntan, por decir algo, unos $65 millones.
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Entonces es cuando lo que no se ve en Televisión se traduce en ganancias efectivas para Televisa: todo el varo juntado con las aportaciones de mucha gente, Televisa las acumula y en lugar de entregar miles de donativos por cada persona a Fundación Teletón, hace UNA SÓLA APORTACIÓN A SU NOMBRE (TELEVISA), por ella la Fundación le expide un recibo deducible de impuestos.
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De ésta forma Televisa, al momento en que Hacienda le cobra, ella muestra el Recibo del Teletón, por lo que la SHyCP ya no le cobra (pues supuestamente lo pagó al hacer la donación); pero no sólo eso, como el recibo era por $65 millones y Televisa sólo debía $40 millones, Hacienda deberá REGRESARLE a Televisa EL CAMBIO en efectivo, es decir, los $25 millones de morlacos restantes, mismos que Televisa NO regresará a las personas que realmente donaron ese dinero.
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¿Ven el negocio?, esa es la verdadera finalidad del Teletón, ser un medio para que Televisa evada impuestos, y los pague la gente a la que enajena diariamente con su mierda televisiva, y no solo eso, sino para que Televisa se quede con el cambio.
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El problema radica en que miles de personas (llamados por Hacienda “pequeños contribuyentes”, a manera de ironía cruel) colaboran con 20, 50 ó 100 pesos, los cuales también son deducibles de impuestos, aunque a la gente que dona estas cantidades, o entrega en las alcancías de la calle, no se le da recibo para que los deduzca de sus impuestos personales.
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Pero Azcárraga Jean no es el único hijo de puta que hace eso. Por los montos que aportan las grandes empresas "a nombre de sus empleados", que colectan entre los mismos para una causa "altruista", ellas obtienen un recibo deducible de impuestos, pero a nombre de la empresa, no de cada empleado, con lo que ésta también puede deducir esa cantidad de los impuestos que debe pagar.
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De esta forma, todo lo que se dona al Teletón, al Redondeo, es dinero que el gobierno deja de recibir por concepto de impuestos, y que se debían destinar a obras y servicios al pueblo.
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Comparado con otros países, México cobra muy pocos impuestos. Mientras que Brasil recolecta aproximadamente el 30% de su PIB (Producto Interno Bruto, brutos), México solo recolecta el 10%, y casi todo del petróleo. Y claro, gracias a las chingaderas anteriormente descritas, el resto no lo pagan los que tienen lana de sobra, sino los jodidos, es decir, todos nosotros. Si a eso le quitamos que aquellas personas que se dedican a la economía informal (como el ambulantaje), y lo rateril de la mayor parte de los funcionarios públicos nos daremos cuenta el porqué no alcanza el erario para sostener los programas de infraestructura, salud y educación.
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No me crean si no quieren, solo investiguen la ley de impuesto sobre la renta (pueden hacerlo hasta en el Google), y después podrán sumar dos más dos y decidir si permitirán o no que los empresarios y políticos corruptos sigan nadando en sus pinches piscinas de dinero cual Rico Mac Pato.
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Comparado con otros países, México cobra muy pocos impuestos. Mientras que Brasil recolecta aproximadamente el 30% de su PIB (Producto Interno Bruto, brutos), México solo recolecta el 10%, y casi todo del petróleo. Y claro, gracias a las chingaderas anteriormente descritas, el resto no lo pagan los que tienen lana de sobra, sino los jodidos, es decir, todos nosotros. Si a eso le quitamos que aquellas personas que se dedican a la economía informal (como el ambulantaje), y lo rateril de la mayor parte de los funcionarios públicos nos daremos cuenta el porqué no alcanza el erario para sostener los programas de infraestructura, salud y educación.
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No me crean si no quieren, solo investiguen la ley de impuesto sobre la renta (pueden hacerlo hasta en el Google), y después podrán sumar dos más dos y decidir si permitirán o no que los empresarios y políticos corruptos sigan nadando en sus pinches piscinas de dinero cual Rico Mac Pato.
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