viernes, 23 de abril de 2010

Reflexiones sobre el cuidado del medio ambiente y de los ecosistemas

Como muchos de mis avezados lectores deben de saber, el día de antier fue el tan cacareado “Día de la Tierra”, donde la finalidad era según, concientizar al humano promedio sobre la importancia que tiene el cuidar a nuestro planeta, y se proponía, de nuevo, utilizar la misma inefectiva solución: apagar las luces durante una hora para “dejar descansar al planeta”.
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Y se preguntarán ¿Por qué considero que la medida de apagar todas las luces durante una hora es inefectiva? Pues veamos. Para saber el porqué esta es una medida inefectiva, primero debemos conocer un par de cosas: la electricidad por sí misma no es contaminante. Si pusieron atención a sus clases de física, recordaran que la electricidad no es otra cosa que una forma de energía en la cual unas partículas muy pequeñas llamadas electrones, que son componentes de los átomos, y a su vez estos son lo que componen todas las cosas, se mueven de las orbitas exteriores de los átomos en los que se encuentran a las orbitas exteriores de los átomos que se encuentran más próximos. Es gracias a estos “saltos” entre los electrones que los átomos se mantienen unidos y forman moléculas. Si los átomos no hicieran estos saltos, lo único que habría en el universo serían puros pinchurrientos átomos solitarios haciéndose güeyes.
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¿Por qué aclaro esto? Porque debido al gigantesco bombardeo mediático cacareando la dichosa Hora del Planeta, la gente no logra entender ni un mentado carajo de cómo es que actúa la electricidad, o de donde viene. Esto nos lleva al siguiente punto: la gente no tiene ni reputa idea de cómo se genera o distribuye la electricidad.
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Antes que nada, la energía eléctrica se puede generar de muchas maneras diferentes, muchas de las cuales estoy muy seguro, todos han oído hablar, pero no todos han puesto mucha atención (principalmente porque el vulgo está más interesado en si nos vamos al execrable Mundial, o, en el caso de los estudiantes, a irse a chupar para quedarse más pendejos). Todos han oído hablar de energía solar, energía eólica, energía hidráulica o energía termoeléctrica, pero de ahí en fuera (y esto también es culpa de nuestro mierdoso sistema educativo) nadie se interesa en saber cómo es que estas energías funcionan. La mayoría de ellas se basan en un principio BÁSICO en la ingeniería (y que muchos estudiantes de ingeniería, particularmente de mi escuela particular, no terminan de comprender): la conversión de energía mecánica en energía eléctrica y viceversa. Es decir, tienes un motor, hélice o turbina, que al girar (es decir, se mueve) genera energía eléctrica. Lo que hace girar estas turbinas puede ser el viento (energía eólica), el movimiento del cauce de un rio o una catarata (energía hidráulica), combustibles fósiles (energía termoeléctrica), o la luz del sol (energía solar).
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Ahora que sabemos esto vamos a ver, ¿a través de cuál de estos métodos se genera la electricidad? Por el momento nos enfocaremos aquí en México, (pero los lectores de otros países hispanohablantes pueden buscar la información acerca de sus países, y después podemos compararla en los comentarios)
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De acuerdo a unas cifras que me acabo de encontrar, la generación de electricidad está más o menos así:
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>>>Termoeléctricas ===> 44.80%
>>>Hidroeléctricas ===> 22.17%
>>>Carboeléctricas ===> 5.22%
>>>Nucleoeléctricas ===> 2.74%,
>>> Geotermoeléctricas === > 1.92%
>>>Eoloeléctricas ===> 0.171%.
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El 22.98% restante es energía que es generada por particulares, pero como sale más barata la electricidad si la generas quemando algo, pues ya sabrán sumar totales. Ahora, si tomamos en cuenta el porcentaje de consumo, es decir, quien consume cuanto, tenemos:
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>>>0.62% ===> sector servicios
>>>10.17% ===> sector comercial,
>>>0.78% ===> actividad industrial
>>>0.44% ===> sector Agrícola
>>>87.99% ===> sector doméstico
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Una vez que obtenemos lo anterior, supongo que todos ustedes, lectores, ya dedujeron cual es el problema aquí. En México, la tres cuartas partes de la electricidad se genera por medio de combustibles fósiles, los cuales, al ser usados en una combustión emiten los gases de efecto invernadero, la principal causa del calentamiento global, y podemos ver que de la electricidad que se genera, casi toda la consume la población de a pie. Luego, podemos deducir que la Hora del Planeta es inefectiva porque UNA PINCHE HORA NO ES SUFICIENTE PARA PALIAR LOS CONTAMINANTES QUE AVENTAMOS.
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Es como si nos dijeran que para que no nos acabemos la poca agua que queda en el Valle de México, hubiera que dejar de lavarnos el hocico.
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Es como si nos dijeran que para que reduzcamos nuestro consumo de azúcar, hay que dejar de ponerle azúcar al café, pero seguir tragando Suavicremas, Chocotorros, y las demás porquerías causa-diabetes y pudre-dientes que comercializa Lorenzo Servitje.
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Ahora muchos lectores pensarán: “Pues la solución a este problema es consumir menos” Y yo responderé con un sonoro “A HUEVO”. Entonces todos estaríamos felices y el asunto se habría resuelto. Pero el gran problema aquí es que la gente no consume menos, sino que consume diferente.
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Me explico. Para empezar, la gente no ha tomado verdadera conciencia de cómo es que está este pedo. Muchos creen que el cuidado del planeta no es más que una pinche modita sin más ni más, y que después de un rato, a todos se nos va a olvidar y volveremos a caer en los mismos hábitos y costumbres, por lo que no valdría la pena consumir menos. Si la mayor parte de la gente cree que esto es una pinchurrienta modita se debe principalmente a estos factores:
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Primero, a que las primeras personas a quienes el cuidado del planeta les llamo la atención fue a los grupos de adolescentes de posición acomodada y complejo de culpa no superado, conocidos en México como “fresas”, y en otros lados como “chetos”, “pijos” “pitucos” o “wannabes” (desconozco como chingados se pronuncia esta ultima), y se fijaron en esto por la oportunidad que esto les abría para diferenciarse de los que ellos consideran la plebe, es decir, a los que viajamos en transporte público, no usamos ropas de marca o de diseñador, viajamos con menos de 50 pesos en el bolsillo y vivimos en zonas menos “nice”.
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Segundo, que en este país en particular, y en El Tercer Mundo en general (porque somos Tercer Mundo, aunque a la derecha le pese, irónicamente, ya que es por su culpa), no se tienen planteamientos reales sobre educación ecológica o acciones a tomar en cuanto a cuidado del medio ambiente. Para empezar, los candidatos de los partidos políticos, es sus propuestas no te dicen absolutamente un carajo de cómo preservar nuestros recursos y ecosistemas. Y del Partido Verde Ecologista, ni se diga. Todos son una pinche bola de rateros, la mayoría de buena familia y con la típica educación de la derecha mexicana, que no hacen otra cosa más que aliarse a los partidos grandes para que les toque un hueso que roer. Solo recuerden que en el año 2000, El Partido Verde se alió con el PAN en las elecciones presidenciales, y en el 2006 con el PRI, partidos que se suponen son muy diferentes en cuanto a las ideologías que se suponen defienden. Mientras que uno comulga con el ultra catolicismo, el otro es un partido 100% laico, o al menos eso se supone. En pocas palabras, en este país la ecología se la pasan por los huevos.
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¿Y porque digo que se gasta diferente? Porque los ricos y la clase media alta usan su lana para adquirir productos ecológicos que son, en su mayoría caros, y por lo mismo, solo ellos pueden costearlos, por lo que así se distinguen de los pobres y la clase media baja. Por ejemplo, con los carros híbridos, la comida orgánica (una total paradoja, pagar más por comida que fue regada con agua y alimentada con fertilizantes que deberían ser la norma, que por comida cargada de compuestos de base de azufre y regadas con la aguamierda recolectada del desagüe de alguna capital de provincia), o los bonos de carbón.
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Luego entonces ¿Cuál es la solución? En mi opinión, la opción más prudente sería legislar. Aplicar castigos más severos a los que ensucian y contaminan. Digo, cuando la gente vea que les sale más caro el chistecito, lo van a dejar de hacer. Legislar para que les sea más barato separar la basura. Legislar para que sea más caro tirar tu basura en un sitio que no sea el bote de basura que se especifica, y cosas así. Que los pinches arboles sean valiosos por el tiempo que estén en pie y no por lo que se le pueda sacar de ellos.
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De hecho si nos ponemos a pensar, los aumentos de gas y electricidad nos ayudarían a eso. Eso es lo que el huevón optimista pensaría, pero el problema aquí es actualmente el uso del gas y la electricidad es indispensable para el estilo de vida actual, por lo que la solución es una mejor administración de cómo usamos la luz. Es decir, por ejemplo, si usas tu computadora, que sea para algo importante. No te pases 8 horas checando tus perfiles en el chingamadral de web sociales pendejas que hay, viendo porno o buscando en YouTube el video estúpido del momento. Administra tus pinches tiempos, si vas a usar la electricidad, que sea en algo importante, lo básico pues. No la gastes en pendejadas que terminaran de sodomizar a tu cerebro.
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Una vez expuesto mi punto, les mostrare unas imágenes que mis amistades me enviaron por correo electrónico, y que a diferencia de las pendejadas descritas hace 5 bostas, no me hacen soltar un escéptico y mordaz “Son Chingaderas”, sino un afectado, compasivo, casi suplicante “Son Chingaderas”.
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Sir David von Templo, Cambio y fuera

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